Elizabeth George ha sido por mucho tiempo una fuente de aliento y sabiduría para las mujeres que anhelan conocer el plan de Dios para su vida. En este libro Elizabeth pregunta: ¿Quién puede enseñarnos mejor acerca del carácter y la conducta justa sino Jesús mismo?
Hay mucho que podemos aprender de su ejemplo perfecto de vida: su generosidad en atender las necesidades de otros, la abundancia de su bondad y de su perdón que se extendió incluso a sus enemigos, su cuidado constante de los suyos, y su disposición para darlo todo a pesar de no tener nada.